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01.2021

¿Cómo evitar que la falta de constancia en el gimnasio afecte a mis objetivos?

Con el comienzo del nuevo año nuestros días se llenan de buenos propósitos: comenzar a comer mejor, tener hábitos de sueño más regulares o… empezar a ir al gimnasio. Nos proponemos hacer del deporte un hábito, nos apuntamos a un gimnasio y comenzamos las visitas deportivas llenos de ilusión. Pero el furor por el ejercicio se va apagando progresivamente –y más rápido de lo que nos gustaría– y pasado febrero cada día nos cuesta más ir.

¿Qué podemos hacer cuando la pereza se hace más fuerte que nosotros? Aunque a veces es más fácil poner de excusa el mal tiempo, la falta de luz natural o el cansancio tras la jornada laboral, hay pequeños trucos que podemos añadir a nuestra rutina para no rendirnos y mantener ese propósito que hicimos con tantas ganas los primeros días de enero. La entrenadora personal y trainer de TRIB3 Miriam López nos da cuatro claves para no perder el furor por ir al gimnasio.

 

                         

                                   

En primer lugar, es muy importante ponernos objetivos fáciles. Si apuntamos demasiado alto, es probable que nos desanimemos pronto y desistamos de nuestro propósito. «Debemos ponernos objetivos a muy corto plazo como correr un punto más rápido en la cinta o levantar un kilo más al hacer una sentadilla. Deben ser objetivos fáciles y visibles para no perder la motivación», explica la entrenadora.

 

Después, Miriam López comenta la importancia de tener una rutina de entrenamiento dinámica. «Es importante no caer en el aburrimiento. Por una parte, para que nuestro cuerpo note los cambios, pero también para mantenernos con ganas de entrenar». La entrenadora pone algunos ejemplos para hacer estos cambios, como puede ser sustituir la rutina de pesas por un entrenamiento más funcional, o por ejemplo por ejercicios con nuestro propio peso corporal. También propone el cambio de, si estamos habituados a correr en cinta, empezar a correr por intervalos y haciendo sprints

 

En tercer lugar, la entrenadora hace hincapié en la importancia de no ver el gimnasio como una obligación: «Es importante tener una motivación real, ya sea sentirnos mejor, divertirnos, hacer relaciones sociales o probar nuevos ejercicios». Otro consejo es ir con alguien o hacer un trabajo en equipo, para disfrutar más.

 

Por último, Miriam López da un consejo dirigido a aquellos que están yendo al gimnasio por primera vez. «Si nunca has ido, o no tienes mucha motivación, yo te animo a probar las clases colectivas; una forma divertida y fácil de mantenernos activos», explica y añade: «Al estar con otra gente, puedes ver a tus compañeros y conseguir un objetivo conjunto cada clase». Por último, la entrenadora recuerda que, en definitiva, lo más importante es «encontrar nuestra propia motivación» y, aunque sea una cosa sencilla, «no soltarla nunca».

 

 

 

 

Fuente:https://www.abc.es/bienestar/

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