Giro de Italia: Etapa trampa

No tuvieron suficiente este miércoles los supervivientes en el Giro de Italia con la dura etapa de montaña que dirección de carrera les ofrece en la 18ª jornada un largo día en la oficina, de hasta 231 kilómetros. Una propuesta que a estas alturas de la ‘Corsa Rosa’ a más de uno seguro que se le hacen larga y en la que a priori los mejores corredores deberían aprovechar para oxigenar el cuerpo y el alma antes de los tres exámenes finales que les esperan a partir del viernes.

La etapa atraviesa el Valle del Po de norte a sur, por carreteras rectas y generalmente anchas. Destacan los numerosos cruces de la ciudad, con su conjunto de rotondas e isletas en las que hay que esperar que no se produzca ningún percance. La única aspereza en el perfil del día son algunas subidas y bajadas concentradas en los últimos 30 kilómetros, con la cota de cuarta a 23 kilómetros de meta y con la previsible lucha por las bonificaciones en los dos sprints habilitados para ello.

Un dibujo de etapa del todo llano y hasta cansino, en el que los equipos de los sprinters lucharán por llevar a sus hombres más rápidos a la disputa del último sprint lanzado en la 104ª edición del Giro de Italia.

Fuente: El Mundo Deportivo